miércoles, 11 de enero de 2012

INSULTANTE

No, contra todo pronóstico, ha salido el sol de nuevo, sí, pero sigo cabreada. Ha transcurrido un tiempo prudencial desde el último bochorno copero (y van....), pero la sensación de indigación no ha desaparecido, es más, ni siquiera ha mermado.

De todos los adjetivos que he leído, oído, pensado o imaginado, me quedo con "insultante". Las palabras vergüenza, humillación, ridículo... se quedan cortas para lo visto ayer en Mallorca. Insulto es lo que más se aproxima a lo que esos futbolistas que visten nuestra camiseta realizaron ayer.

Montanier, tan criticado por muchos (y yo entre ellos) hasta ahora, estuvo vendido ayer durante 45 minutos. En realidad bastaron 7 para que la Real Sociedad volviera a escribir su nombre con letras doradas en el apartado de los rídiculos del fútbol.

Siete minutos de un auténtico recital del festival del humor: "Defiende tú. No, yo no, que me da la risa, defiende tú". Faltas inncesarias y peligrosas. Errores infantiles y sonrojantes ante la portería rival e injustificables en la propia.

A Montanier se le puede reprochar no haber reaccionado en el descanso. Si vas a introducir cambios, no lo hagas con el 6-1, ya que para entonces, todo el pescado está vendido. A los jugadores, una clara falta de moralidad, vergüenza, profesionalidad, atención y respeto. Respeto a los aficionados que se frotaban los ojos incrédulos ante el televisor, a los que escuchaban la radio y cambiaban de dial por si el partido variaba y a los desplazados hasta Mallorca. Respeto a una camiseta que visten "de prestado".

La derrota ha levantado polvareda en Gipuzkoa. Perder así 'jode' hasta en un amistoso, pero además ha llegado en un ambiente previo de ilusión que hacía mucho tiempo que no veía por aquí. Y tardaremos en volver a verlo. La Real necesita ilusionar a su afición, aunque sea en su lucha por no descender. Pero cada vez que lo consigue, no es capaz de cuidarlo. Ha habido derrotas que han dolido más. Ha habido momentos mucho más crueles en estos últimos años para la familia txuriurdin. Pero la de ayer no duele, no escuece. La de ayer, indigna.




jueves, 5 de enero de 2012

Cuartos

No me gusta el fútbol entre semana. No es fácilmente compaginable con el horario laboral ni con los madrugones del día después. Claro que, cuando toca, hasta te hace ilusión. De pronto esa semana tiene un aliciente extra más allá de mirar continuamente al viernes. Lo malo es que como los horarios son tardíos, se pasa bastante frío en según qué lugares. (Yo ayer eché de menos mi manta. Sí, en invierno voy con manta [y cinco capas de ropa] a Anoeta).

Así que ayer, pese a ser miércoles, era un buen día. Ya cuando suena el despertador lo notas: "hoy juega la Real", piensas. ¡Y la energía a tope todo el día, oye!. Sobre todo dadas las circunstancias del partido: Y es que ayer la Real Sociedad jugaba la ida de los octavos de final de Copa del Rey. Hacía tiempo que no notaba tantísima ilusión en el entorno txuriurdin. No es para menos, desde finales de los 90 que no llegábamos "tan" lejos en esta competición.

Mi inagotable optimismo y yo nos habíamos "ultramotivado" para este encuentro y acudí a la cita con mi nueva bufanda. Era nuestra primera vez juntas en Anoeta y debió ser talismán. Además, la ilusión creció al ver la alineación con nueve canteranos y continuó creciendo según pasaban los minutos al ver cómo con cada jugador puesto en su sitio (ya era hora, Montanier) y con la mejor versión de muchos de ellos (Elustondo, no te reconozco), el equipo se impuso sobre su rival. En el juego y en el marcador, que es lo importante.

Queda por delante mucha eliminatoria (90 minutos en casa del enemigo), pero no quiero acordarme del partido de vuelta en Granada y mucho menos de Montanier y sus inventos. Para una vez que los nuestros nos dan el gusto, yo voy a seguir soñando.... con los cuartos, de momento. ¡Espero no tener que despertarme antes de tiempo!

martes, 20 de diciembre de 2011

Balanza

Tengo que reconocer que el de Santander ha sido uno de los partidos en los que menos me ha disgutado de nuestro equipo en lo que va de temporada. Claro que hay que tener en cuenta que el rival no opuso apenas resistencia, incluso en superioridad numérica, y que hemos recuperado a uno de nuestros 'jugones' (¿a qué esperan otros?).

El parón navideño obliga a un balance de este inicio de temporada y, personalmente, la balanza se inclina por el suspenso. No por los resultados, si no por la actitud, el juego y la impresión que el equipo me ofrece cada fin de semana desde el césped. No creo que la racha negativa fuera reflejo fiel de lo que podemos ofrecer, tuvimos partidos en los que el resultado fue un castigo excesivo, del mismo modo que no creo que hayamos puesto fin a las dudas, ya que algunos de los últimos puntos también han sido un premio excesivo.

Es agradable ver que Griezmann ha recuperado su nivel. Quizás esa sea la mejor noticia de estos meses y la puerta a la esperanza. Y si detrás de él llegan otros jugadores a los que aún estamos esperando, puede que la balanza se decante hacia el otro lado. Pero de momento cuando veo jugar a la Real veo, en la mayoría de los casos, a un equipo que defiende torpemente, al que le cuesta imponerse en el centro del campo y que es insultantemente lento en ataque. Lento, previsible y muy impreciso. Y, sobre todo, veo a un entrenador sin mucho feeling con los jugadores y con poca capacidad de reaccionar ante lo que se ve en el campo.

Ojalá me equivoque y ojalá los últimos resultados, merecidos o no, sirvan de revulsivo. Que las Navidades, como el famoso turrón, hagan regresar a esos 'ausentes' en el equipo y que, en 2012, todo sea de color....txuriurdin.