Demasiado ruido en la superficie

Contemplo asombrada como medio Gipuzkoa jalea y aplaude el espectáculo circense que el presidente de la Real está protagonizando. Sinceridad y transparencia están siendo confundidas, en estos últimos días, con prepotencia y mala educación. La rueda de prensa que el pasado día 4 de febrero dio Iñaki Badiola era muy esperada. Muchos eran los temas sobre los que se esperaba oír hablar al presidente de la Real Sociedad y su discurso no dejó indiferente a nadie. Sin embargo las aclaraciones y explicaciones sobre los temas realmente importantes defraudaron o brillaron por su ausencia. En su lugar, Badiola deleitó a los presentes con una amplia variedad de descalificaciones e insultos a periodistas y profesionales del mundo del fútbol.

Lejos de evadirse de absurdos debates como las razones de la salida de Aiestaran o su opinión sobre Oliva (absurdos porque forman parte ya del pasado del club), Badiola entró ‘a machete’ a menospreciar a ambos, con el agravante de que el primero, hace muy poco era la mayor “gozada” de su proyecto deportivo. Para defender su postura (no argumentada) y su versión (no probada) el presidente recurrió a adjetivos como “egoísta” e “impresentable” para referirse al de Beasain y manifestó que si Oliva entrara en el vestuario realista “sería violado cuatro veces” por los jugadores txuriurdin. Unas desafortunadas declaraciones que no explican, en cambio, sus motivos deportivos para no confiar ni él ni en el criterio de su ‘fichaje estrella’, el ex del Livepool, Paco Aiestaran.

Sobre los fichajes, además de explicar las operaciones realizadas (información repetida) y deleitar los oídos de los presentes con varios nombres más, Badiola explicó la cronología del caso Zigic desde las trincheras que le enfrentan con el Diario Vasco; algo, por cierto, de lo que está realmente orgulloso, ya que reconoció que lo mejor que ha hecho en este largo mes que lleva al frente del club ha sido enfrentarse a la redacción deportiva de ese diario. Pero además, Badiola lanzó un claro y perceptible pero subterráneo mensaje a la prensa deportiva guipuzcoana. La auditoria del club -o Due Diligence como él gusta en llamar- será presentada en su día a la prensa y explicada luego en detalle a un corto y reducido grupo de periodistas elegidos por él. Todos ellos, cómo no, con una pluma favorable a su corto mandato. Es el hueso que como premio todo perro recibe de su amo cuando aprende a devolver el palito o la pelota que le ha tirado. Y la Due Diligence es un gran hueso.

Entre descalificaiones a los periodistas de algún que otro medio, a donde, según él “se entra a trabajar con dos melones, uno en el brazo y el otro lo llevan puesto”, y llamadas de atención a los de otro (al que respeta pero no están entre los premiados de la información exclusiva de la auditoria), Badiola retomó el tema de Iriarte para ensuciar aún más el nombre del ya exrealista que aún no ha salido a la palestra a decir, ni siquiera, esta boca es mía. Tampoco el caso Zubiaurre merecía, a juicio del presidente, muchas más explicaciones, y las miles de dudas que se han formado en la cabeza del aficionado en torno a los 200 amistosos (se ve que los periodistas presentes en la sala lo veían todo más claro) quedaron sin disiparse.

Pero no todo fueron malas maneras. Además de las declaraciones fueras de tono y de lugar, Badiola se erigió a sí mismo como El Salvador y recordó que él es “el primero que pone dinero” en el club. 4,2 millones de euros exactamente entre fichajes, sueldos y etcétera. Los detalles, al parecer, no son necesarios para la transparencia.

Sin embargo, y para rellenar la rueda de prensa y dejar evidencia de su buen hacer, su tesón, su trabajo y su entrega (que no dudo que tenga), Badiola enumeró los logros y los objetivos de su Consejo en estos primeros 30 días. Fue el momento de la transparencia y de las explicaciones, pero en los temas más triviales. Algunas, hay que reconocer, iniciativas interesantes como la negociación con el Antiguoko, entradas para inmigrantes o personas con síndrome de Down, reutilización de los abonos que se quedan vacíos en el campo a diario… sin embargo otras medidas hicieron de relleno en esa espesa lista, como los nombramientos de personalidades para el comité del centenario o las camisetas situadas en las pistas de atletismo del campo.

La rueda de prensa ha tenido, exactamente, la repercusión deseada por el presidente en el “entorno” realista. Los que le persiguen se han centrado en sus insultos, malas maneras y descalificaciones para continuar con su particular cruzada contra Badiola. Enfrente, los que le aplauden, que jalean sus enfrentamientos con los llamados “poderes fácticos” y por su aparente sinceridad, ansiosos de ver, de una vez, rodar cabezas. Y mientras tanto, unos por otros y la casa sin barrer.