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Elche 0 - Real Sociedad 0

Elche: Caballero, Fajardo, Samuel, Amaya, Gómis, Raúl Martín, Pere Martí, Cobo (Rodri, m.50), Vega (Calderón, m.60), Williams y Miguel (Luna, m.73)

Real Sociedad: Riesgo, Gerardo, Ansotegi, Mikel, Castillo, X. Prieto, Martí, Aramburu (Mérida, m.82), Nacho (Vaughan, m.77), Víctor y Díaz de Cerio (Delibasic, m.85)

Hay quien dice que el fútbol está lleno de tópicos. Que si “el partido del siglo", que si "no hay equipo pequeño”, que si “hay que ir partido a partido”... Pues bien, para describir el partido de ayer de la Real Sociedad habría que recurrir al clásico “la pelotita no quiso entrar”. Una excusa demasiado usada pero que encaja a la perfección con lo acontecido ayer en el campo del Elche.

Y es que la Real difícilmente va a volver a tener un encuentro tan claro como el de ayer en el resto de temporada. Los txuri urdin firmaron un buen partido en el que las ocasiones se sucedieron una tras otra pero murieron en el portero rival y en la mala suerte. Y es que lo de ayer no fue un duelo entre Real Sociedad y Elche, sino entre De Cerio y el gol, que se le negó una y otra vez. Caballero, la mala fortuna y su propia imprecisión en algun momento impidieron que el pichichi realista subiera un tanto más a su casillero y la Real ganara.

El partido comenzó con ritmo, aunque las primeras ocasiones fueron para el conjunto local. Sin embargo poco a poco la calidad de la Real empezó a asomar y Martí y Aranburu se adueñaron del balón, del centro del campo y del partido. Y entonces comenzó el recital realista. Si la pasada semana hablábamos de las bandas, esta vez fueron el capitán y Martí los que brillaron y lideraron el ataque txuri urdin. Un omnipresente De Cerio, servido constantemente de balones, se ahogaba una y otra vez en su lucha contra el gol pero el equipo no se vino a menos. El Elche estaba saturado y en la portería realista Asier Riesgo se aburría. Todo lo contrario que el meta rival, Caballero, que tuvo una actuación estelar erigiéndose en el salvador de su equipo. La Real llegaba con velocidad y mucho peligro, tanto es así que antes del descanso, el conjunto txuri urdin había tirado 15 veces a puerta, de los cuales, 10 tiros habían sido entre los tres palos. Uno de ellos, de Víctor, entró en la portería pero no subió al marcador ya que el linier vio un inexistente fuera de juego.

La segunda parte fue más de lo mismo. El Elche lo intentó en los primeros minutos pero su ataque no llevaba tanto peligro como el de los realistas que encerró a los locales en su campo. Y de nuevo comenzó el asedio y el duelo entre De Cerio y el gol. El delantero txuriurdin se obcecó cada vez más con un gol que no le llegaba y abandonó el campo al ser cambiado con gesto de rabia. Otra tarde será. Según avanzaron los minutos el cansancio y la crispación hizo mella en el equipo que comenzó a fallar pases y a mostrar falta de precisión en las decisiones con el balón en los pies, algo que aprovechó el Elche para intentar venirse arriba. Sin embargo, la defensa liderada por Ansotegi y Mikel Gonzalez se encargó de asegurar que en sus asaltos, el conjunto local no creara excesivo peligro.

Al final, un punto que saben a rabia, pero que, a la vez, no dejan muy mal sabor de boca. Porque ayer, un rival directo como el Elche sucumbió ante una Real superior y que el equipo ha encontrado la línea a seguir para lograr el ascenso. El aficionado txuri urdin se sintió ayer orgulloso de su equipo, capaz, con fe, con calidad, pero con mala suerte.