domingo, 15 de marzo de 2009

¡Milagro!

Xerez 1 - Real Sociedad 3

Xerez: Chema, Francis, Silva, Aythami, Mendoza, Moreno (Calle, m.70), Luque (Abel, m.59), Pedro Ríos, Sarmiento (Antoñito, m.59) , Mario Bermejo y Momo
Real Sociedad: Bravo, Mikel, Labaka (D. Rivas, m.57), Gerardo, Ansotegi, Markel (Castillo, m.57), Marcos, Aramburu, Sergio, Xabi Prieto y Abreu (Necati, m.73)

Goles:
1-0: m.11, Mario Bermejo
1-1: m.28, Abreu.
1-2: m.45, Abreu.
1-3: m.50, Abreu.

Con la increíble victoria lograda en el feudo del líder, la Real Sociedad ha enlazado, por primera vez en toda la temporada, dos victorias consecutivas. En el mejor momento posible y de la mejor manera. Queda mucho trabajo por hacer, un solo pinchazo y nos descolgamos del pelotón, pero la victoria de ayer fue no sólo un golpe de moral sino también un grito de reivindicación. “Estamos aquí, no nos deis por muertos”.

Lillo recurrió al mismo sistema y el mismo once inicial que hace siete días casi no gana al colista. Un planteamiento que pronto se vio que hacía aguas, no contar con ningún lateral le hizo estragos al conjunto txuri urdin ya que el Xerez hizo una autopista de un único sentido de su banda izquierda, donde Gerardo y Labaka trataban de frenar sus ataques y de su banda derecha, gracias a las internadas de Pedro Ríos. El líder hizo gala de su posición en la tabla, salió como un obús y ante el desconcierto realista metió el miedo en el cuerpo de los aficionados txuriurdines. Una falta mal defendida supuso el primer gol del partido, pero el juego que se veía en el campo hacía presagiar una mala tarde realista. Se esperaban más goles y llegaron, pero no precisamente del color que se prevía.

La Real no atinaba a dar dos pases seguidos. Sólo Marcos, por la izquierda lo intentaba. Mientras, Gerardo había atrasado su posición para jugar con una línea de cuatro atrás que permitiera cerrar mejor atrás para intentar empatar el partido arriba. Y cuando menos lo espera nadie, llegó. En la primera aproximación con peligro de la Real, Marcos-Abreu marcó gol. Un gol que cayó como un puñal en Chapín. Un gol que abrió la veda realista.

Hasta el descanso el partido se abrió, y el juego se desarrolló sobre todo el centro del campo o en el área realista. Los donostiarras daban por bueno el empate en el descanso pero justo un minuto antes de que el árbitro pitara el final de esa primera parte, Marcos-Abreu repitió gesta y consiguió un valiosísimo gol que echó por tierra la moral del Xerez.

Por si fuera poco, tras la reanudación el fútbol en Chapín sólo tuvo un color: el de la camiseta de la Real (dos colores, en realidad: verde y amarillo), que inauguraron la segunda parte con un nuevo gol de Marcos-Abreu. Y pudieron ser más, ya que el Xerez, a la desesperada, regaló mucho espacio a la Real para jugar a la contra. Un balón al palo de Abreu le impidió marcar su cuarto gol, y poco después el ariete se marcharía entre los aplausos de las gradas de Chapín. Necati, Marcos y Xabi Prieto contaron también con la oportunidad de ampliar la goleada, pero no tuvieron tanta fortuna.

Ahora toca continuar remando a contracorriente, esperar los fallos de los demás, y no parar de sumar. La filosofía de aquí en adelante a de ser la de jugar sin mirar la tabla, sin pensar en puntos, sin restar diferencias. Simplemente luchar, partido a partido, para ganar. Y cuando llegue mayo, coger la clasificación y echar cuentas. La primera parada, la semana que viene en Anoeta, frente al Girona. ¿Podemos?

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