Real Sociedad: Riesgo; Carlos Martínez, Mikel González, Ansotegi, Castillo; Garitano, Elustondo, Xabi Prieto, Aranburu; Larrea (Gari, min. 54), Delibasic (Viguera, min. 65). |
Cádiz: Contreras; Raúl López, Paz, Caneda, Cristian; Nano, Enrique (Bienve, min. 73), Fleurquin, Bezares, Lobos (Pavoni, min. 90); Dani (Parri, min. 78). |
Al igual que las puntuaciones, la crónica de la Real llega a ser algo que está casi escrito. Lo cual deberia de indicar que no se necesita una semana para colgarla, pero....c´est la vie. La ineficacia para crear juego acompañada de una seguridad defensiva que remite al 0-0. En su día a Amorrortu se lo criticaba mucho, y es cierto que para un equipo de las características de la Real quizás sea importante ganar consistencia defensiva, algo de lo que la Real ha carecido durante tiempo. Y aun estando en Segunda, es bueno que al menos la Real haya ganado en ese aspecto. Además no se debe tanto a una acumulación de jugadores defensivos sino a la incapacidad de crear juego. Y mucho más no se puede hacer, ya sea con Markel en Sevilla o Garitano el domingo, con Larrea de media punta o Estrada en la derecha, el planteamiento de la Real debería a priori permitir que el balón circulase con criterio al juntarse Elustondo, Aranburu,... Pero es algo que ocurre pocas veces y al final la referencia ofensiva de Delibasic queda a la espera de unas referencias de banda que no llegan nunca, la izquierda porque apenas existe y la derecha porque va a ráfagas.
El partido contra el Cadiz evidenció toda esta situación. La Real en la primera parte fue un equipo absolutamente gris, incapaz de llevar la iniciativa ante un Cadiz que renunciaba a ella pero creaba las mejores ocasiones. Despues de unos primeros minutos esperanzadores el juego volvió a ser una ilusión, y no preciosamente por su capacidad para entusiasmar a la afición. El centro del campo no logró parar a los jugadores rivales y mucho menos mover el balón con comodidad.
La segunda parte cambió algo el guión más por inercia que por otra cosa. La Real quiso mejorar, visto que a peor no podía ir, y trato de usar el balón que el Cadiz le regalaba a la espera de un contraataque de la mano (de los pies en realidad) del jugador más incisivo del partido, Lucas Lobos, le diera los 3 puntos. No fue asi gracias entre otras cosas a que Lobos abuso de regates y filigranas pero si hubiera empleado mejor sus habilidades otro gallo habría cantado. Pero ni siquiera con esa comodidad la Real pudo crear un peligro decisivo y se limito a buscar la conexión por la banda derecha a la espera de alguna jugada que resolviera el partido. No fue asi, y gracias a que el Cadiz no marco en alguna de las contras aunque de una manera u otra la Real sigue acumulando partidos sin perder y en una eterna balanza que en ningun momento aprece decantarse hacia los puestos de arriba o los de abajo.
De todas formas habrá que acostumbrarse y asumir que este equipo tiene que crecer y habrá que apoyarlo, no por lo que hacen sino por quien son. Porque si animaramos a un equipo por lo que hacen habría que ir cambiando de equipo año a año, este tocaría el Milan. Lo hagan bien, mal o peor el equipo que estaba en Anoeta era la Real, y más Real que nunca en los últimos tiempos. El que paga por ir a ver un espectáculo tiene todo el derecho del mundo a silbar o protestar, pero la verdad, no sé para que van a ver a la Real si no es para apoyarla. Y sufrir sí. Y quejarse del tedio. Y comentar lo que ve. Pero para apoyar.
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