Un siglo de melones

Mucho se ha hablado en Donosti en los últimos días de la 'bilbaínada' que Badiola ha ofrecido al Athletic como negociación del 'Caso Zubiaurre'. Y es que como según el club explicó la pasada semana en la página web, el presidente de la Real Sociedad ha pedido a su homólogo en el 'club vecino' una cantidad económica (10 millones) más la celebración de dos amistosos en el mes de agosto durante los próximos 100 años.

El primero de ellos se celebraría cada 15 de agosto -día de la Virgen y día Grande de la Aste Nagusia de Donosti- en Anoeta. La recaudación de ese partido (taquillas, publicidad y televisión) sería íntegra para la Real. El segundo de esos 'derbys' se jugaría una semana después, en plenas fiestas de Bilbao, en San Mamés. En este caso, los beneficios económicos irían a medias.

No se han explicado los detalles de esta oferta pero Iñaki Badiola ha asegurado que, de esta manera, la Real obtendría más dinero que si un tribunal obligara al club bilbaíno a pagar los 33 millones de la claúsula de Iban Zubiaurre. El presidente de la Real se mueve en este caso basándose en la necesidad económica del club que dirige desde hace un mes, pero se olvida que el 'caso Zubiaurre' no es sólo cuestión de dinero. Y es que, este contencioso se ha convertido en una defensa de los derechos no sólo de la Real, sino de muchos clubes pequeños o medianos que viven, o aspiran a vivir, de su cantera.

El propio Athletic podría ser, a la larga, un perjudicado más si este litigio no se resuelve a favor de la Real. Y es que entonces se abriría la veda. Zubieta (y las demás canteras) se convertirían en una piscina donde cualquiera podría acudir a pescar con las espaldas cubiertas y la Real poco o nada podría hacer para evitar una sangría económica y futbolística. No merecería la pena gastar dinero en cuidar y mimar a los jugadores desde edades tempranas sabiendo que en cualquier momento pueden venir a llevárselos, obviando las cláusulas de rescisión.

Por ello, la Real no puede sino seguir adelante con este asunto. Incluso podría ser legítimo sentarse a negociar, pero sin olvidar nunca el verdadero sentido de todo esto, sin que lo económico prime sobre lo importante. Y es que, en la oferta que Badiola ha puesto sobre la mesa del presidente del Athletic hay un gran PERO. Y es que el club bilbaíno, que cometió una ilegalidad, no pondrá de su bolsillo ni uno de esos miles de euros que Badiola asegura que sacaremos de los 200 partidos. Es decir, ellos cometen un delito pero parte de la pena la pagan otros.

Y ahí entra un segundo y casi mayor PERO. Y es que parte de los beneficios de esos partidos serán pagados por el bolsillo de todos y cada uno de los guipuzconaos, porque recordemos que aunque no lo parezca, la ETB es la televisión pública de todos los vascos. Por otra parte, la taquilla del partido de Anoeta estará pagada por los donostiarras que quieran acudir cada año a ese amistoso.

Pero además, la exagerada cifra de 100 años de partidos arroja más dudas en esta oferta y es que, quién sabe cuanto ha podido cambiar el mundo del fúbtol en un siglo. Es imposible asegurar la existencia de ninguno de los dos clubes hasta el 2108 y se antoja imposible aventurar cómo cambiará el mundo de las televisiones en los próximos años. Internet puja cada vez más fuerte y en menos de 100 año puede que ya no existan formatos a los que ahora estamos habituados.

El otro aspecto que preocupa es el cobro de estos partidos. Y es que a la Real le urge el dinero y como tal, parece ser que la opción sería vender ese activo a un banco. Pero entonces pasaríamos de una situación en la que el Athletic nos debe dinero a otra en la que se lo deberíamos nosotros al banco. Pero y si las condiciones "pactadas" no se cumplen, ¿quién se hará cargo del dinero que falte? ¿El Athletic? ¿La Real Sociedad? ¿Y quién decide cuánto dinero será? ¿Badiola? ¿Las televisiones?

Ayer era un buen día para explicar muchos aspectos de una medida que ha disgustado incluso a muchos de sus más entregados defensores. Sin embargo, ya sabemos que hay temas más importantes por ello cuando en la esperada rueda de prensa tocó el turno de hablar sobre el 'caso Zubiaurre' la respuesta versó sobre melones.