Real Sociedad 1 - Salamanca 1
Real Sociedad: Riesgo; Gerardo, Mikel González, Labaka, Castillo; Garitano, Martí, Novo (Fran Mérida, min. 69), Nacho (Xabi Prieto, min. 57), Uranga (Víctor, min. 74); Delibasic.
Salamanca: Alberto (Pagola, min. 70); Gañán, Catalá, Pelegrin, Dani López; Bruno, Alvaro, Quique Martín, Isaac; David (Acuña, min. 75), Postigo (Dañobeitia, min. 20)
Goles:
1-0, min. 2: Delibasic
1-1, min 21: Isaac
Alguien en la Real Sociedad debería revisar los patrones de comportamiento que rigen al equipo desde la década pasada y que le hacen flaquear y dar pasos para atrás cuando mejor se le ponen las situaciones. Lo que pasó el sábado no fue ninguna novedad para sus aficionados que vivieron una tarde de auténtico infarto (y lo que queda) ante la inoperancia de sus jugadores. Cierto es que los realistas esbozaron un boceto algo más nítido que la semana pasada pero no dejó de ser un boceto que nunca llegó a materializarse en dibujo. Así, el conjunto txuri urdin pasó tener puntos de ascenso a estar a uno y dos puntos del Málaga y Sporting, respectivamente, a falta de tan sólo dos jornadas para finalizar la Liga.
Pasó en Vigo. Pasó en Pamplona. Y como no hay dos sin tres, pasó el sábado. Pero como también dicen que a la tercera va la vencida, espermos que así sea y que los cartuchos que la Real dejó en la recámara el sábado no nos hagan echarnos las manos a la cabeza después y esta vez sí consigamos nuestro objetivo. Quedan muchas posibilidades todavía pero el fallo ante el Salamanca elimina cualquier margen de error. Y eso que no comenzó mal el partido el conjunto de Lillo, que salió al campo con una alineación muy discutida y criticada. Pronto se hizo con un gol de Delibasic que hizo las delicias de los aficionados que miraban el césped de Anoeta pero escuchaban lo que ocurría en el verde del Molinón. Sin embargo, la inoperancia de determinados jugadores realistas sumada a la escasa creatividad del conjunto en general hizo que el ritmo del partido cayese y que los donostiarras comenzaran a estar a merced del conjunto salmantino. Y es que en frente estaba un Salamanca con ganas de rubricar la permanencia en la Segunda División así como, probablemente, una sustanciosa prima por conseguir puntuar en Anoeta.
Así, el Salamanca no se lo puso nada fácil a la Real y presentó un entramado difícil de romper. A la contra, además, conseguían crear auténtico peligro debido al bajo nivel generalizado que está mostrando la zaga realista en las últimas jornadas. Tan sólo Mikel González, por debajo de su nivel, salvaba los muebles mientras que a Castillo por momento le temblaban las piernas y las de Gerardo parecen protestar por esta larga Liga. De modo que, mitad por la tranquilidad de la victoria momentánea en el marcador, mitad por incapacidad la Real fue perdiendo el control del partido. Los nervios de la afición que veía repetir el partido de siete días atrás en el que tras ir Ganando el Tenerife consiguió empatar contagio a Riesgo y en un error masivo de la defensa el meta realista falló y el Salamanca logró el merecido y previsible gol que le valió el punto final.
Poco cambio el partido en la reanudación del partido, en parte porque los once actores principales eran los mismos. Y mientras la afición se desesperaba con la "rapidez" de movimientos y pensamientos de Novo o la torpeza de Gari, el Salamanca sacaba oro de un empate que defendía a rabiar. No fue hasta el mintuo 57 cuando se vio un cambio en el campo, en todos los sentidos. La salida de Prieto al campo dio un nuevo giro a la Real. Nada más entrar el realista creó una preciosa jugada digna de él que acabó en una oportunidad desaprovechada por Gari Uranga. Fueron los mejores minutos realistas, con una clara ocasión de Delibasic sólo ante portería y en la que una parte del campo llegó a celebrar gol. Y mientras los minutos ahogaban a la Real el Sporting remontaba en su feudo y la afición se desilusionaba. Todavía hubo minutos de susto, con el golpe que recibió Xabi Prieto y que le dejó incosnciente por unos segundos, y de rabia, con una jugada final en la que la grada de Anoeta reclamó penalti sobre Delibasic.
Finalmente, el empate el domingo del Málaga devolvió la esperanza a la familia txuri urdin que es más consciente que nunca de la oportunidad desaprovechada el fin de semana, pero que confía todavía en poder dar el salto a primera. Para ello no puede fallar en dos partidos difíciles ante dos conjuntos que se lo juegan todo. A favor: ambos partidos se juegan "en casa".
El Salamanca, crecido a medida que transcurrían los minutos, llegaba al área contraria más y mejor, con Quique Martín y Bruno como principales activos atacantes y antes del descanso estaba más cerca el 1-2 que el triunfo parcial de los vascos. Quique Martín siguió siendo la pesadilla de la defensa blanquiazul en un segundo tiempo que el Salamanca inició revolucionado en busca del tanto de la victoria, que cerca estuvo de llegar en dos acciones consecutivas del propio Martín. El revulsivo para la Real vino cuando más agobiado estaba el conjunto de Lillo y fue gracias al gol marcado por el Córdoba al Sporting de Gijón, lo que espoleó a una grada que llevó en volandas de forma infructuosa a sus jugadores hasta el último minuto.
La entrada de Xabi Prieto, tras dos meses lesionado, dio un nuevo aire a los locales, que comenzaron a jugar sus mejores minutos de partido, pero el Salamanca defendió con acierto el punto que tenía ganado y que era para ellos un tesoro de incalculable valor en su objetivo por evitar sustos de última hora. Delibasic, en un mano a mano con Pagola, tendría en sus botas el tanto de la victoria a quince minutos del final pero, con todo a su favor, no acertó a definir. El disgusto en Anoeta llegaría con la remontada del Sporting.
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