Un partido revelador

Real Sociedad 1 - Las Palmas 0

Real Sociedad: Bravo; Gerardo, Labaka, Mikel González, Castillo (Moha, min. 73); Aranburu, Elustondo, Marcos García (Estrada, min. 81), Xabi Prieto, Sergio (Rivas, min. 90); Díaz de Cerio.

Las Palmas: Santamaría; David García (Suarez, min. 81), López Ramos, Samuel, Dani López; Nauzet Alemán (Darino, min. 75), Cobas, Sergio (Saúl, min. 56), Jorge Larena, Pablo Sánchez; Marcos Márquez.

Gol:
1-0, min. 78: Sergio Rodríguez

La Real empezó la liga con la plantilla sin cerrar y cumpliendo las peores expectativas que se habían creado los aficionados donostiarras. Hasta 15.000 fieles se dieron cita en Anoeta el sábado, una entrada algo mejor de lo que se podía esperar teniendo en cuenta la fecha y la poca ilusión que el equipo ha sido capaz levantar en un verano convulso en lo extraderpotivo.

La Real recuperó todas las dudas de la pasada temporada en un partido paupérrimo. Parece que faltan todavía muchos retoques al vestido del 3-4-3 de Lillo, que no parece hecho a la medida de algunos jugadores. Veremos como les queda a los nuevos. Así, con ese atrevido esquema, el equipo se plantó en el campo dormido y a punto estuvo de despertar nada más empezar con el primer aviso de Las Palmas que acabó con un balón al larguero al saque de un córner.

El equipo visitante dominó toda la primera parte, aunque si bien es cierto que sin excesivas ocasiones de peligro. Fue en las jugadas de balón parado cuando más miedo le consiguió meter al conjunto txuri urdin. El partido transcurría lento, para el aburrimiento del respetable que veía como un sistema poco apropiado para esos jugadores ensombrecía el juego del equipo. Mikel Gonzaléz no acertaba a mandar en la defensa, en una posición poco propicia para él, y delante suyo Gerardo estorbaba a sus vecinos del centro del campo en la difícil tarea de crear y sacar el balón.

Con el pasar de los minutos la situación se fue poniendo fea. La Real no se acercaba a la portería rival y Las Palmas comenzó a ganar la partida en el medio campo. Hasta dos veces pudo ponerse por delante pero en ambas ocasiones, fue Castillo el encargado, 'in extremis', de echar al traste el esfuerzo de los insulares.

Algo cambió tras el descanso, aunque fue un cambio prácticamente imperceptible. El sistema fue modificado tras la inoperancia realista ante la zaga del equipo rival y con Gerardo ya en su puesto más natural, el centro del campo comenzó a mover mejor la pelota. Sergio comenzó a gustar a su nueva afición, Prieto a ratos demostró de lo que es capaz y Castillo intentó recuperar el nivel que convenció a Anoeta el año pasado en sus subidas.

No merecía, sin embargo, la victoria el equipo donostiarra porque seguía sin mirar a puerta. Y así podría haber seguido todo el partido sino fuera porque una falta al borde del área en el minuto 78 le regaló una ocasión increíble a Sergio para firmar un buen estreno con un golazo que hizo las delicias de las gradas. Ya, con ese gol 'encontrado', el equipo se quitó de encima las telaraás, se deseperezó y empezó a jugar algo más relajado ante un rival que recibió ese tanto como un mazazo. Con todo, Anoeta acabó pidiendo la hora. Revelador