Real Sociedad: Bravo; Estrada, Ansotegi, Mikel González, De La Bella; Rivas, Aranburu, Xabi Prieto, Griezmann (Bergara, m.67), Zurutuza (Nsue, m. 46); Agirretxe (Carlos Bueno, m. 81).
Córdoba: Raúl Navas; Gerardo, Gaspar, David Lopez, Agus; Javi Flores (Savoia, m. 75), Rueda (Asen, m. 75), Jorge Luque, José Vega; Pepe Díaz (Dañobeitia, m. 75) y Juanjo.
Lasarte supo convertir la derrota de Levante en un simple traspiés. La cita ante el Córdoba fue en sábado, y para poder ser líderes la Real debía esperar no sólo al domingo, sino a los tropiezos de los demás. El míster realista puso a los suyos a hacer los deberes: salir a jugar sin preocuparse de la clasificación. Y los resultados llegaron.
No fue un partido fácil. El Córdoba fue un rival incómodo que jugó a expensas de la Real y que cuando tuvo oportunidad llevó peligro a la portería de Bravo. Pero la Real, si bien no ofreció su mejor versión, sí mejoró mucho la imagen dada seis días atrás en Levante. La Real era superior en todas las líneas, pero le faltaba decisión y acierto en los metros finales. Una falta de pegada que le dio alas a un Córdoba valiente que, las pocas veces que pudo, no dudó en tirar a puerta.
Tras el descanso la Real salió más concentrada y con el objetivo puesto en la portería rival. La entrada de Nsue en el terreno de juego le dio mayor frescura al ataque realista que si bien no pasó tanto como en jornadas anteriores por los Zurutuza, Griezmann y Prieto tan agasajados últimamente, contó con otros conductores de lujo. Dani Estrada volvió a regalar un gol y Nsue se estrenó con rabia: su primer gol como realista le valió la victoria al conjunto donostiarra, que fue amo del balón lo 90 minutos del partido pero, que sin embargo, acabó pidiendo el pitido final, ante el agobio del conjunto visitante.
El del sábado fue un partido trabajado, menos atractivo que el del sábado, pero en el que la Real supo hacer los deberes, lograr su tercera victoria consecutiva en Anoeta, y, a merced de los resultados del domingo, situarse líder de nuevo en la categoría de plata. El domingo que viene el conjunto donostiarra se estrenará en el horario de segunda: el domingo a las 12. Un nuevo momento para demostrar que este equipo sabe hacer los deberes, poco a poco, y conseguir tres puntos más.
Goles: 1-0. Nsue. m. 48
Decía Denoueix, siempre que le preguntaban por la posibilidad de ganar la Liga, que su único objetivo era ir partido a partido. El francés fue uno de esos entrenadores que ha marcado la historia del club y no sólo por el gran resultado obtenido en el terreno de juego. De entre sus enseñanzas la Real de ahora, tan distinta de la de aquel mágico año, debe hacer suya esa máxima. Ser líder a estas alturas es, además de agradable y anecdótico, un arma de doble fila difícil de manejar si no se tiene la inteligencia suficiente. Y cuanto más arriba estés, más dura será la caída.
Decía Denoueix, siempre que le preguntaban por la posibilidad de ganar la Liga, que su único objetivo era ir partido a partido. El francés fue uno de esos entrenadores que ha marcado la historia del club y no sólo por el gran resultado obtenido en el terreno de juego. De entre sus enseñanzas la Real de ahora, tan distinta de la de aquel mágico año, debe hacer suya esa máxima. Ser líder a estas alturas es, además de agradable y anecdótico, un arma de doble fila difícil de manejar si no se tiene la inteligencia suficiente. Y cuanto más arriba estés, más dura será la caída.
Lasarte supo convertir la derrota de Levante en un simple traspiés. La cita ante el Córdoba fue en sábado, y para poder ser líderes la Real debía esperar no sólo al domingo, sino a los tropiezos de los demás. El míster realista puso a los suyos a hacer los deberes: salir a jugar sin preocuparse de la clasificación. Y los resultados llegaron.
No fue un partido fácil. El Córdoba fue un rival incómodo que jugó a expensas de la Real y que cuando tuvo oportunidad llevó peligro a la portería de Bravo. Pero la Real, si bien no ofreció su mejor versión, sí mejoró mucho la imagen dada seis días atrás en Levante. La Real era superior en todas las líneas, pero le faltaba decisión y acierto en los metros finales. Una falta de pegada que le dio alas a un Córdoba valiente que, las pocas veces que pudo, no dudó en tirar a puerta.
Tras el descanso la Real salió más concentrada y con el objetivo puesto en la portería rival. La entrada de Nsue en el terreno de juego le dio mayor frescura al ataque realista que si bien no pasó tanto como en jornadas anteriores por los Zurutuza, Griezmann y Prieto tan agasajados últimamente, contó con otros conductores de lujo. Dani Estrada volvió a regalar un gol y Nsue se estrenó con rabia: su primer gol como realista le valió la victoria al conjunto donostiarra, que fue amo del balón lo 90 minutos del partido pero, que sin embargo, acabó pidiendo el pitido final, ante el agobio del conjunto visitante.
El del sábado fue un partido trabajado, menos atractivo que el del sábado, pero en el que la Real supo hacer los deberes, lograr su tercera victoria consecutiva en Anoeta, y, a merced de los resultados del domingo, situarse líder de nuevo en la categoría de plata. El domingo que viene el conjunto donostiarra se estrenará en el horario de segunda: el domingo a las 12. Un nuevo momento para demostrar que este equipo sabe hacer los deberes, poco a poco, y conseguir tres puntos más.
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