
GOLES: 1-0: Aranburu (m. 7). 1-1: Beckham, de falta directa (m. 36). 1-2: Van Nistelrooy (m. 47).
De nada sitivó que la Real firmara el sábado uno de los mejores partidos de la Liga. Al final, ocurrió lo mismo de siempre. Una nueva derrota que hunde un poco más al equipo en el pozo.
Miguel Ángel Lotina sorprendió al plantar en el campo un trivote formado por Elustondo, Rivas y Aranburu. Lotina ha oído las voces que decían que jugar sin Darko y Aramburu es un lujo. Las ha oído, y les ha hecho caso. Una ya ha perdido la cuenta del número de onces que ha usado el míster para conseguir un buen resultado. Pero parece que el del sábado, en lo que al trivote concierne, es el más acertado. Fue el partido en el que la Real tuvo más posesión del balón, el partido con más llegadas al área. E incluso hubo gol.
Pero ni con todos esos ingredientes sobre la mesa, este equipo consigue sacar una buena receta. Y es que siempre hay algo que falla. Esta vez le tocó al portero. Dos cantadas del chileno Claudio Bravo regalaron a Capello un trozo de vida.
Era el día de la vuelta de Beckham al fútbol. Y también volvía, como hemos dicho, Mikel Aranburu. No hay duda de que se trata de un jugador indispensable en la Real, ya que fue él quien en el minuto 7 mandó a la red un balón rechazado por Casillas. Xabi Prieto centró desde la banda derecha un balón que no logró interceptar bien el portero del Real Madrid. El despeje lo aprovechó el azpetiarra para marcar un gol de cabeza. Algo más que inaudito: la Real marcando y adelantándose en el marcador. Ese dato, unido al juego que se veía en el campo hacía presagiar lo mejor. Un Madrid ramplón no conseguía crear peligro a la zaga realista, mérito sobre todo del centro del campo txuriurdin. Rivas realizó una gran labor de contención destruyendo el juego ofensivo del Real Madrid. A su lado, Elustondo cogió la batuta del equipo y a partir de ahí todo fueron oportunidades.
Sin embargo, solo necesitó llegar una vez el Madrid para empatar el partido. Corría el minuto 36 de la primera parte cuando una falta al borde del área mal tirada por Beckham acabó en gol. Fallo de Bravo que puso a dos hombres solitarios en la barrera. La afición se fue al descanso sabiendo como acabaría este cuento. Salvo milagro, veríamos volar puntos de Anoeta una vez más.
Y fue nada más empezar la segunda parte cuando el punto que quedaba voló del todo. Nunca mejor dicho, Bravo salió tarde en un balón por alto que Van Nistelrooy mandó a la red. Tardó unos minutos la Real en volver a un partido que veía perdido, pero, sorprendentemente, consiguió reponerse. Aún así, lo que siguió al gol madridista fue un quiero y no puedo. No faltaron las ocasiones del equipo txuriurdin, pero sigue faltando lucidez en los últimos metros. Y tampoco faltó la polémica. El árbitro no se atrevió a sacar una segunda amarilla a Cannavaro ni tampoco pitó un penalti de Ramos sobre Herrera, que salió por Darko.
Las esperanzas de los realistas se fueron esfumando con el paso de los minutos, así como las fuerzas de algunos jugadores, como Savio, a quien tanta carrera le pasó factura y acabaron el partido muy cansados. Al final la Real sola perdió un partido trascendental y en el que volvió a marcar después de un mes. El único consuelo es que la salvación queda igual de lejos -o de cerca- que hace una semana.
2 comentarios:
Seguro que ésto ocurre con todos los equipos. Todos los equipos, grupos, asociaciones e incluso personas habrán comentado más de una vez el manido tópico del "Estas cosas sólo nos/me pasan a nosotros/mí". Posiblemente sea una consecuencia de la tan empirícamente demostrada Ley de Murphy. De un principio general, sacamos conclusiones particulares y acabamos pensando que somos nosotros los gafes.
El ejemplo del tío que no juega, que está descartado por el entrenador, apartado,.... y de repente le ves salir es general. Uno no tiene ni media idea de fútbol, y mucho menos de adivinar el futuro leyendo tripas de ganso. Pero nada más ver asomar a Beckham con su reluciente cabellera aúrea al escaso sol que lucía el sábado en Donosti ya intuia que el Adonis de turno marcaría su gol de rigor. Entraba en las cuentas.
Entraba en las cuentas también el gol del amigo Van Nistelroy. Pero estas cuentas ya comienzan a sernmás particulares. La regla de que Beckham iba a marcar su golito trás salir al campo de`spués de estar apartadola podía sacar cualquiera viendo el partido por la televisión, ya fuese en Donosti o en el Calderón. Pero la de Van Nistelroy ya es más específica nuestra.
Insisto en que seguramente pocos indicios lógicos habrá para defender la singularidad de la Real en este aspecto. (Intento ser racional, si realmente me pongo a analizarlo estoy convencido que somos en equipo número 1 en romper rachas negativas de los contrarios). La coletilla del "Gol bat ligan" "Primer tanto en liga" "1 gol en liga".... en plena jornada 30ytantos nos trae muchos y muchos recuerdos. Desde un tal Jesus del Valladolid que marcó la semana de su cumpleaños. (Estas anécdotas claro está se magnifican con el tiempo en la mente de cada cual).
Pero la del delantero en mala racha al que la Real salva los muebles y acaba siendo sacado a hombros de la plaza es una historia que se me hace ya repetida. Y repetitiva. Ya tengo visto el guión, y lo cierto es que me aburre el género. Desde el tal Anderson del Barça que pudo enseñar sus pistolitas al Van Nistelroy de tropecientas jornadas sin marcar y que se reencuentra con el gol en Anoeta hay historias que contar. De hecho uno estaba convencido de que Tristán se reencontraría con el gol en Mallorca a costa de la Real. No fue así y servidor perdió algún dinerito en Betandwin. Pero lo de Ruud en Anoeta no falló. (Posiblemente por no apostar dinero yo)
Insisto en que seguro que en muchos sitios pensarán lo mismo que nosotros. "Siempre somos los más tontos, los de más goles tontos, los que más revivimos a muertos que estaban enterrando en el equipo rival...."Bien, ojála sea así. Más que nada para que alguno logre que Darko meta. A esos sí que les va a caer el gordo. Mientrás tanto.....algun@ me debe 3 kalimotxos por la falta de gol de Darko el sábado.
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