domingo, 26 de agosto de 2007

Cuestión de opiniones

Jornada 1

Real Sociedad 0 - Castellón 2

Real Sociedad: Riesgo; Carlos Martínez, Labaka, Mikel González, Sarasola; Aranburu, Garitano, Gari Uranga, Xabi Prieto; Delibasic (Estrada, min.67), De Cerio
Castellón: Oliva; Aurelio, Dealbert, Mora, Rafita, Arana (Oberman, min. 73), López Garai, Perico (Txiki, min.90), Mario Rosas, Víctor Salas; Tabares (Nakor, min. 78).

Goles: 0-1, min. 29: Arana. 0-2, min. 55: Tabares.

Antes del partido hablaba de las reacciones que podrían aparecer en caso de perder. Está claro que siempre hay formas de perder. Pero al final, como en todas las cosas en esta vida, todo depende del cristal con que lo mires. Hay cosas indudables, como que la Real ha perdido en un pésimo partido en el que no sólo el rival ha sido superior sino que ha sido superior gracias a la lamentable actuación del equipo txuriurdin.

Al final, cada cual, hace la lectura que más le conviene del partido. Futbolísticamente hablando, la Real comenzó los dos primeros minutos fuerte. A partir de ahí los nervios comenzaron a pasar factura en los futbolistas. Un Uranga que llevaba casi un año sin jugar un partido oficial, un centro del campo -Aranburu y Garitano- especialmente fallones... Con el paso de los minutos lso fallos comenzaron a poner más nerviosos aún a los jugadores y la actitud del 'respetable' -en ocasiones no sé porqué se le llama así- empeoró las cosas. Los pitos, los insultos, las pañoladas se dejaron oír por casi todas las gradas y se sintieron más en el terreno de juego. Uranga dejó de intentarlo, el balón le quemaba, Mikel González comenzó a contagiarse de la poca decisión y seguridad del resto y así hasta 9 jugadores. Porque sólo Riesgo, y sobre todo Carlos Martínez se salvaron de la quema. En ocasiones dio la sensación de ver un partido en cámara lenta. Parecía que los jugadores no se creían lo que pasaba, que la impotencia les impedía hacer más. O quizás era la vagancia. Cuestión de opiniones.

El caso es que lo de ayer sólo dejó como dato positivo: el 'descubrimiento' de Carlos Martínez. Un todoterreno de la banda derecha que recordó los tiempos de Karpin, en los que una persona con carácter, velocidad y entrega domina esa parte del terreno de juego. No pareció entenderse bien, en líneas generales, con Prieto, que acabó el partido en la izquierda.

Lo de hoy ha sido un primer partido en el que las conclusiones aparecen demasiado pronto. Son los escépticos del descenso, los pesimistas de la pretemporada y los derrotistas de Segunda. Guste o no, el Consejo fue ratificado hace pocos meses. Ahora es tiempo de remar todos juntos en pos del ascenso. Y los pitos, al final. Durante el partido flaco favor hacen. Desde las gradas son pocas las voces que, por lo general, dan credibilidad a la cantera pero este verano el discurso de Zubieta ha proliferado en nuevas vocas, curiosamente la mayoría de ellas las mismas que hoy han arrojado sus iras y sus críticas contra la segunda plantilla más joven de Segunda División. Una liga nueva, una categoría nueva, un entrenador nuevo y un proyecto nuevo necesita paciencia. Y si no se entiende eso, espero que se agote tan pronto la paciencia de esos 'aficionados' que dejen de ir lo antes posible a Anoeta, porque, honestamente, sobran. No se necesitan más grietas. PACIENCIA. Es una palabra que parece increíble estar pidiendo después de la primera jornada. Pero es lo que hay:ANOETA.

P.D. Sólo el hecho de ver 9 canteranos en el once inicial me produjo felicidad. Desde aquí, desde Gure-Erreala, somos coherentes con nuestra, a veces cansina, retaíla de Zubieta. Si para recuperar quien somos hay que sacrificar más tiempo en Segunda, bienvenido sea. Pero que cuando volvamos sea de verdad, nada de medias tintas, volver a donde merecemos por quienes somos.

1 comentario:

Xabier dijo...

Poco que añadir a lo dicho. Ha sido posiblemente no ya uno de los peores partidos que he visto en Anoeta sino de los peores que le he visto a nadie jamás. Pero por lo menos la Real recuperó una seña de identidad relacionada más con el deporte que con el espectáculo pagado (desgracidamente por motivaciones económicas y realizado más mal que bien) y jugó con un equipo que realmente representaba a esta provincia.

Si ese equipo no da para más, habrá que rpeguntarse qué se ha hecho mal para que tanto y tanto guipuzcoano este fuera de aquí; pero hecha esa reflexión hay lo que hay y de ello tenemos que estar orgullosos. Y si con lo que hay toca aguantar en segunda a duras penas, pues a eso habrá que agarrarse.

A fin de cuentas no es más que fútbol. No es más que eso. Ni menos.