miércoles, 14 de noviembre de 2007

Ez dut (dugu) nahi

"Gertu da eguna non herri honek ahaztuko dituen bere izena ta helbidea eta akats likorez hordi nekez aurkituko dugu etxerako bidea, galbidea (...)"
(Berri Txarrak, Ez dut nahi)

Tan cerca estaba que llegó. El camino se ha recorrido (o se ha desandado, según se mire) en un tiempo récord. Hace escasos años que los despropósitos comenzaron a sucederse en un club que está ya desahuciado. La última piedra de su entierro se ha colocado hoy. Gari Uranga dijo hace unos meses que la Real Sociedad era una casa de putas. Ojalá. Al menos así tendríamos ingresos, aficionados fieles e incluso seriedad. Las sinrazones, los intereses, las mentiras, las huidas, las falsedades, las rumores... todo está a la orden del día aquí. Todo menos el fútbol.

A priori, el de hoy, con el anuncio de dimisión de María de la Peña y la convocatoria de las elecciones para el 3 de enero, debería ser el día de la liberación. Sin embargo, algo que, sobre el papel, se ve como la opción más viable se enturbia al echar un vistazo al entorno (y al interior) de la Real y ver que apesta por todos los lados. Ya nada es real, hace tiempo que entre el club y sus aficionados cayó un telón que quién sabe cuándo, dónde y en qué circunstancias, se correrá.

Y con ese 'tufillo' a chanchullos, intereses, mentiras y engaños que tanto desprende todo lo que se refiere a la Real desde el final de la era de Uranga (dentro de nada le nombrarán santo -sin 's' al final) nos encontramos de lleno, aprisa y corriendo (y mal se suele añadir) en un nuevo proceso electoral. Y van ... Los actores, los mismos: Denonerreala por un lado (mismo perro con otro collar) y Santos. Sorpresa. Esta vez de la mano. Enfrente los chinos. Quedan muchas cosas por ver, definir y explicar, pero de nuevo las opciones se pintan de negro o blanco. Santos y cía se alían, cuales superhéroes que quieren salvaguardar la Real "de todos" al más puro estilo del despotismo ilustrado que tan bien han representado los miembros del Consejo en los últimos tiempos. El otro extremo a priori deberán cubrirlo los chinos que ya no usarán el pretexto de echar a los de ahora para hacerse con el 35% acciones. Mucho que reajustar, pues.

Y como casi siempre, entre lo blanco y el negro está el acierto. Oreka, que se dice. (Aunque el equilibrio no valga cuando estás en el suelo, y ya dudo de que algo o alguien pueda algún día resucitar a este club muerto a las puertas de su siglo de vida). Sin embargo (obviando a APARS como alternativa), no existe ese intermedio y ninguna de las opciones actuales interesa a la Real. Es obligatorio elegir entre Gipuzkoa y la globalización obviando lo realmente importante para el equipo, eso que una opción olvida en la teoría y la otra en la práctica: volver a ser lo que era, recuperar la identidad de un club donde el Consejo no destacaba. Las cosas se decían, se sentían y se hacían en el campo. Allí donde hace años ya no hay nada.

Porque sí, lo crean o no, además de 'Giputxinos', dimisiones, elecciones y lavadoras estropeadas, este fin de semana vuelve a haber partido de Liga. No, el parón de las selecciones no afecta a la Segunda División.

"(...) ta nik ez dut nahi"

2 comentarios:

Anónimo dijo...

yo lo tengo claro. No quiero que la Real tenga un Amo, un dueño y señor. Seria irreversible. La coalicion Denon-Santos no me gusta un pelo. Apars tampoco me gusta, pero nos ha enseñado una cosa: los pequeños accionistas podemos y debemos organizarnos (como un sindicato). El objetivo? Defender los derechos de los pequeños accionistas, y dando libertad a que cada cual vote p.e. a Santos, Gibelalde, Gallo o Astiazaran. Algo que Apars olvidó desde el primer dia, cuando se constituyo con ambiciones más allá de las de la defensa del pequeño accionista (incluso tenian un "proyecto". Algo que no tiene porqué ser compartido por un pequeño accionista).

Unknown dijo...

Estoy de acuerdo contigo. El problema es ese, que no hay ninguna alternativa real.