jueves, 22 de mayo de 2008

A lo criminal

Real Sociedad 3 - Granada 74 1

Real Sociedad: Riesgo; Gerardo, Mikel González, Labaka, Castillo; Garitano, Martí (Elustondo, min. 90), Fran Mérida (Novo, min. 85), Nacho (Víctor, min. 53), Uranga; Delibasic.
Granada 74: Jose Juan; Assemoasa, Martí Crespí, Cristian Díaz, Ruz (Fagoaga, min. 16); Falcón (Xisco Nadal, min. 62), Gibanel, Luque, Alberto; Francisco (Dani Fragoso, min. 72) y Javi Guerra.

Goles:
1-0, min. 70: Víctor (p.)
2-0, min. 86: Martí
3-0, min. 90: Víctor
3-1, min. 92: Xisco Nadal

Llegados a este punto de la Liga poco importa el juego bonito o espectacular. Puntuar es la única prioridad y la Real está obligada a conseguir los tres puntos en cada partido que le resta sea como sea, por lo civil o por lo criminal. Y precisamente fue así, sin maravillar ni encandilar a su afición, como ganó al Granada 74. La Real hizo lo suyo y además, se benefició de los errores de sus rivales más directos, lo que le da alas y le sitúa tan sólo a un punto del ascenso.

La Real resumió en el partido del sábado sus carencias y sus virtudes en 90 minutos que demostraron porque el conjunto txuriurdin sigue siendo candidato serio al ascenso pese a haber pisado en pocas jornadas los puestos privilegiados de la tabla. Los donostiarras no fueron capaces de mostrar el buen juego que en muy pocas ocasiones han sido capaces de crear esta liga, pero de nuevo las individualidades llevaron al equipo hacia arriba. Un inconmensurable Martí recordó a las gradas de Anoeta que se trata, sin duda, de uno de los mejores jugadores de la categoría y ésta se le premió con una sonora ovación.

La primera parte del partido dejó bastante que desear. El Granada 74 no opuso mucha resistencia y la Real, con un planteamiento que invitaba al aburrimiento, sobaba la pelota una y otra vez, con un claro dominio pero con escasas ideas. Martí lució como nunca en su puesto y se hizo con la batuta del equipo en un alarde de calidad y visión futbolística. En las bandas un ausente Nacho ahogaba la vocación ofensiva de Castillo en la izquierda, mientras que en la derecha el eterno cuestionado Gari Uranga se mostró no sólo voluntarioso sino también especialmente acertado.

Con todo, los primeros 45 minutos transcurrieron en una completa tranquilidad para Riesgo, mientras que el meta rival tampoco pasó excesivos apuros. Las mejores ocasiones blanquiazules en esa primera parte fueron, precisamente, de Uranga y de Martí. Tampoco la polémica se libró de aparecer en Anoeta en ese inicio de partido, y es que al poco de comenzar el encuentro el árbitro olvidó usar el silbato para indicar una clara mano de un defensa del conjunto rival dentro de su área.

El árbitro volvió a ser protagonista después del descanso. En unos minutos locos señaló tres penas máximas. La primera, una mano (otra) de Francisco en el área que Gerardo no pudo aprovechar. ‘Mi gozo en un pozo’. Un jarro de agua fría para la afición txuri urdin que enmudeció cuando, seis minutos después, el árbitro inventó un penalti favorable al Granada 74. Sin embargo la fortuna se alió con los donostiarras y Luque estrelló el balón al palo.

A la tercera va la vencida
Pero todavía quedaba partido para que el árbitro Hevias Obras, que mostró una pésima calidad y criterio durante los 90 minutos, no se resignaba a no protagonizar la jornada. Así, en el minuto 25 de la segunda parte pitó un penalti sobre Delibasic que no fue. Esta vez Víctor, el hombre de los 3 kilos, no perdonó. El gol del delantero permitió abrir el marcador para el conjunto txuri urdin que se vino arriba en búsqueda de un segundo tanto que diera la tranquilidad, mientras que el Granada 74 intentó despertar de su letargo y dejar de lado las artimañas que a lo largo de la segunda parte puso en marcha para perder el máximo tiempo posible. Gari Uranga a la derecha, y Martí en el centro, ayudados por Mérida y los puntas Delibasic y Víctor, mostraron su mejor versión.

Pero la afición realista temía cada vez que el 74 se acercaba a Riesgo y fueron muchos los que se mordieron las uñas hasta que Martí logró un auténtico golazo a falta de cinco minutos que relajó a la afición. A partir de ahí, la preocupación por el final del partido del Molinón ocupó a la mayor parte de las gradas. Mientras, la Real marcó un tercero (Víctor de nuevo), Martí fue sustituido (con ovación de Anoeta) y el 74 logró un tanto para maquillar el marcador de un partido soso pero con inmejorable sabor para los donostiarras, gracias al empate de los asturianos y a la derrota (4-6) del Málaga. Un gran paso adelante.




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