Real Sociedad 1 - Córdoba 1
Real Sociedad: Riesgo; Gerardo, Mikel González, Labaka, Castillo (Uranga, min. 83); Martí, Aranburu, Xabi Prieto (Skoubo, min. 83), Fran Mérida (Víctor, min. 83), Díaz de Cerio; Delibasic.
Córdoba: Valle; Rubén, Pierini, Pablo Ruiz, Mario; Ito, Acciari, Cristian Alvarez, Guzmán (Antonio, min. 83); Asen (Javi Moreno, min, 85) y Julio Pineda (Cachorro, min. 73).
Goles:
0-1, min. 30: Julio Pineda
1-1, min. 37: Labaka
El no ascenso del domingo frente al Córdoba fue mucho menos cruel que el partido de Gasteiz ya que la información que condenaba a una Real que no dependía de si misma a otro año en Segunda fue llegando paulatinamente y metiendo a aficionados y sobre todo a jugadores en una desilusión creciente que combinada con los nervios derivó en un quiero y no puedo ganar al menos el partido por parte de la Real en una segunda parte horrible.
El Córdoba hizo gala de ser un equipo peligroso en las visitas, cosa que contrasta con su salvación a extremis pero es junto al Racing de Ferrol de los que más goles ha metido fuera de todo ese pelotón por debajo de los aspirantes. Obviamente también ha encajado bastantes goles pero la Real no supo aprovecharlo. Así pues la Real intentó echarse arriba con un sistema 4-3-3 o 4-5-1 según se prefiera con Martí, Aranburu y Mérida por el centro, Prieto en banda derecha y De Cerio en la izquierda y Delibasic con las llegadas del propio De Cerio por la izquierda como referencia más ofensiva. Pero el Córdoba no le permitió jugar y solamente con acciones de calidad de Prieto y Mérida o alguna carrera de De Cerio podía desbordar, pero a su vez fue dejando espacio para las contras del Córdoba.
Así, tras un larguero y numerosos avisos visitantes el Córdoba se adelantó en el marcador alejando la posibilidad del ascenso a 2 goles como mínimo en Anoeta, a la espera de lo ocurrido en otros campos. La Real trató de empatar y en una de las pocas jugadas con acierto a balón parado de un Gerardo voluntarioso pero poco acertado (salvo alguna bonita acción en ataque) Labaka empató el partido pero ya con malas noticias desde Gijón puesto que el Sporting se había adelantado. El Málaga hizo lo propio a continuación, con lo que el ascenso se complicaba mucho más.
En la reanudación la Real parecía presa de dos sentimientos contrapuestos, por una parte la ansiedad de por lo menos ganar su partido y haber cumplido, y por otro la desesperación de no tener noticias positivas de fuera, el ambiente en el estadio y banquillo no pronosticaba nada bueno. Y el juego racaneó, el trivote no vió ese hueco que necesitaba, la referencia de Delibasic desapareció ahogada por los defensas del Córdoba que se llevaban todos los balones de cabeza y en banda Prieto no desbordó mientras que De Cerio se perdió en un puesto que no es el suyo, un puesto del que puede sorprender llegando al área pero el resto del tiempo puede hacer más bien poco.
El Córdoba parecía conformarse con el empate aunque en el volcarse sin derrame de la Real aún pudo aprovecharse en varias ocasiones que dejaron en evidencia los nervios realistas. Lillo no quiso mover el banquillo hasta el triple cambio del minuto 83 en la que se dio entrada a Uranga, Skoubo y Delibasic pero la Real lejos de tener alguna ocasión clara pudo incluso la postilla de Javi Moreno que habría sido el acabose.
Interés al final en si al menos un equipo se iría contento de Córdoba y bueno cierta alegría al ver marchar a los del Córdoba salvados aunque al acabar el partido había cierta zozobra entre ellos, debido a lo que luego se supo un penalty a favor del Cádiz que no aprovecharon, con lo que la Real se mantuvo en su condición de rey mago que reparte ilusión a todos menos sus seguidores y por lo menos hizo felices a sus últimos dos rivales.
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