miércoles, 13 de enero de 2010

Suma y sigue

Villarreal B 1 - Real Sociedad 1

La perspectiva del tiempo siempre permite ser más optimista. El partido de Villarreal dejó una sensación agridulce en la afición txuriurdin. Es cierto que el empate era un buen premio tras un mal partido, pero cuando tú marcas primero siempre queda la sensación de haber dejado escapar los puntos.

Pero el optimismo llega después cuando miras la clasificación. No se ha podido estrenar el año con victoria, pero la Real continúa con su racha de buenos resultados. Dos meses ya desde la última derrota, aquella tan dolorosa en Hércules el mismo equipo que ahora lidera la tabla, eso sí, con los mismos puntos que los gipuzkoanos. Siendo ‘resultadistas’, que nos encanta serlo, el de Villarreal es un empate que puede ser muy bueno si se consigue la victoria el sábado ante el Cádiz, mientras nuestros rivales se enfrentan entre ellos.

Pero, aunque nos encante hacer las cuentas de la abuela, también nos gusta que nuestro equipo convenza, que nos de motivos para creer en cada jornada, no sólo pinceladas de vez en cuando. El del fin de semana fue una muestra más de la irregularidad de la que hace gala este equipo, joven, voluntarioso y con talento, pero capaz de ofrecer su mejor imagen una jornada y la peor en la siguiente.

Prieto no fue el de los halagos del Betis, Elusonto no mandó como en el último partido en Anoeta… La Real no fue la de aquel partido. El equipo echó en falta a Rivas. Tanto, que casi ni con uno más logró mandar en el centro del campo. Una ausencia que rompió al equipo en dos. Un desorden que aprovechó el filial del Villarreal para hacerse con el partido.

La Real danzó todo el partido al son que impuso el Villarreal B, que tampoco inquietó en exceso a Bravo. Nsue mandó el balón a la red en posición antirreglamentaria, un error en el que cayeron ayer en repetidas ocasiones los jugadores de la Real. El mallorquín era el futbolista más activo del partido, pero a la Real le faltaba la inspiración de otras tarde y no encontraba los huecos para penetrar en el área rival.

La segunda parte no empezó mejor. El equipo de Lasarte no atinaba a enhebrar jugadas que llevaran peligro a la portería del Villarreal B y Bravo cada vez tenía más trabajo. La superioridad numérica tampoco mejoró las expectativas. Pero entonces apareció Griezzman.

El francés, que últimamente no estaba contando con muchos minutos, salió y besó el santo, como se suele decir. Robo de balón, jugada y asistencia. El joven realista le sirvió a Zurutuza un balón para que éste, completamente sólo dentro del área, bajara el esférico y rematara a placer. Un gol que parecía maquillar un partido en el que la Real obtenía excesivo premio a su desorden. Y la justicia no tardó en llegar. Tres minutos después del tanto de Zurutuza, el Villarreal B empataba con un gol de suerte, o de genio, según quién lo mire. Un empate justo, un punto más cerca del ascenso.

Villarreal B: Juan Carlos; Mario, Kiko, Musacchio, Joan Oriol; Marcos, Matilla, Hernán Pérez (Catalá, m.73), Cristóbal (Natxo Insa, m.82); Gerard (Jefferson Montero, m.73) y Marco Ruben.
Real Sociedad: Bravo; Estrada, Labaka, Ansotegui, Mikel (Aranburu, m.66); Elustondo, Markel, Xabi Prieto, Nsue (Griezmann, m.71); Zurutuza (Sergio, m.80) y Agirretxe.

Goles:
0-1, m.75: Zurutuza.
1-1, m.78: Marco Rubén

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