Domingo de carnaval

Real Sociedad 1 - Gimnástic 0

Mantas, bollos, disfraces, termos, transistores, churros… No pocos aficionados se dieron cita el domingo a las 12 en Anoeta, luchando contra el sueño, los carnavales y el propio partido del Bruesa, casi al lado. Y todos los que se dieron cita volvieron a sus casas teniendo algo que contar. Lo ocurrido en el estadio de Anoeta apareció incluso en los titulares informativos de todas las cadenas televisivas del país. Algo inaudito, teniendo en cuenta que estamos en Segunda.

El día de San Valentín de 2010 se recordará ya siempre como ‘El día que Claudio Bravo marcó un gol’, como reza ya un grupo de facebook.com. El arquero realista sorprendió a propios y extraños lanzando una falta directa al filo del descanso. Gol y tres puntos vitales que reconcilian a la Real Sociedad con la victoria. La guinda perfecta en la relación de amor que el chileno y la hinchada realista se profesan jornada a jornada.

Poco estaba haciendo la Real hasta el gol de Bravo. El conjunto realista salió con ganas, pero una vez más notó la ausencia de Xabi Prieto y Zurutuza. Griezzman y Nsue llevaban el peligro realista al área rival, pero la falta de ideas en la ofensiva txuriurdin se hacia patente una vez más. El Gimnástic parecía más bien un mobiliario urbano, situado para estorbar pero sin creatividad ni intención alguna de actuar. Y ante tal panorama, los aficionados presentes en el campo se preguntaban qué hacían allí, en vez de estar al calor, o descansando, o disfrutando de la fiesta carnavalera, o viendo al Bruesa que, por cierto, se reencontró también con la victoria tras siete semanas de sequía. Se acercaba el descanso y mientras unos pensaban dar un paseo para entrar en calor y otros en desayunar, un murmullo comenzó a apoderarse de las gradas: “Qué hace Bravo?”.

Tengo que decir que contemplé, casi paralizada, lo que sucedió en los siguientes minutos. Asombrada, y acongojada, miraba a Griezzman pedir la pelota, a Bueno quitándole del medio, a Bravo colocar la pelota, a nuestra portería tan frágil y vacía, al entrenador tranquilo… y a Anoeta aclamando la ‘bravada’. Si pensara que sirviera de algo, hubiera rezado. De todas las soluciones posibles a aquel despropósito, un gol en contra, o la expulsión de uno de los nuestros se me antojaban como las más factibles. Veía la pelota rebotando en la barrera… y en la barrera la ví, pero rozando a un rival y desviando el esférico lo justo como para entrar en la portería. Gol. ¡Gol! ¡GOL!

Ya que estamos confesándonos, añadiré que abrí la boca. Miré incrédula a mi compañera de fatigas y aplaudí. ¡Gol! Sin poder creérmelo presencié una de las celebraciones más bonitas que he visto en los últimos tiempos en el verde de Anoeta. El equipo entero –casi tan asombrados como yo, seguro-, abrazado en torno al meta chileno. Apenas un par de partidos después de cometer un enorme error que vendía a su equipo, el portero txuri urdin pedía perdón a su afición regalándole un gol que a la postre valdría los tres puntos. El delirio se desató en Anoeta, que volvió a demostrarle a su portero que, hoy por hoy, es el jugador más querido de la plantilla.

El resto del partido poco tiene que contar. No porque no pasaran cosas, ya que tanto Nsue como Aranburu desaprovecharon dos clarísimas oportunidades de rematar el encuentro, o porque Bueno en una ocasión fue capaz de enhebrar dos toques seguidos al balón –algo digno de reseñar-, si no porque cuando el partido finalizó el marcador reflejaba el 1-0 de la victoria. La primera victoria en cuatro partidos. Con un gol del portero. Una imagen que dio la vuelta al mundo. Un hecho gratamente sorprendente pero que, desde aquí esperamos que no se repita. No al menos, en las mismas circunstancias.

Real Sociedad: Bravo; Carlos Martínez, Ansotegi, Labaka, De la Bella; Rivas, Elustondo (Bergara, min. 86), Nsue, Aranburu, Griezmann (Songo'o, min. 89); Bueno (Agirretxe, min. 75).
Nástic: Rubén Pérez; Mingo, Biel Medina (Parri, min, 66), Jorge, Fachán; Miguel Angel, David Medina, Roberto (Walter, min. 60), Redondo, Jose Mari (Alex Cruz, min. (48); N'Gal.

Gol: 1-0. Min.44: Claudio Bravo