Real Sociedad 1 - Real Madrid 2
La Real Sociedad firmó el pasado sábado un gran partido ante un Real Madrid que, pese al esfuerzo y buen hacer de los locales, acabó llevándose los tres puntos. Un resultado excesivo en un encuentro en el que, como mínimo, los de Lasarte merecieron empatar. La derrota duele menos ante las buenas sensaciones ofrecidas por los txuri urdin, objeto estos días de los halagos de la prensa deportiva. El propio entrenador madridista reconocía tras el partido que la Real había hecho méritos para puntuar.
Lo cierto es que los donostiarras se gustaron ante un rival que le viene bien a sus condiciones. Y es que la falta de potencial en el centro del campo pasará factura ante los equipos que prefieren jugar tocando y teniendo el balón pero el Madrid, como ya hiciera el Villarreal en el estreno liguero, juega a un fútbol más directo, buscando siempre la portería rival y dejando más espacios, algo que beneficia a la Real Sociedad que, además, cuenta con hombres de ataque más que válidos. Y si ya en ese primer partido de Liga ante el Villarreal los de Lasarte convencieron a su público, ante los blancos encandilaron a las gradas con su pegada y su esfuerzo.
El Madrid comenzó fuerte, amenazando los dominios de Bravo aunque sin crear excesivo peligro. Sin embargo, pasados esos primeros minutos la Real comenzó a crear juego cerca de la portería de Casillas. Zurutuza firmó de nuevo una primera parte espectacular, incansable. Griezmann, que esta vez fue titular, volvió loca a la zaga madridista pero el auténtico culpable del éxito realista en ataque fue Xabi Prieto. El 10 donostiarra, después de dos partidos grises, dirigió a su equipo y hizo gala de su mejor técnica.
La afición estaba encantada ante tanto despliegue y las ocasiones, aún sin tirar a puerta, se sucedían. Llegó entonces una de las jugadas claves del partido, Griezmann no acertó a marcar sólo ante Casillas, pese a que medio campo cantó gol. El Madrid seguía acercándose a la portería local, pero sus intentos eran repelidos por una sólida labor defensiva realista, donde hay que destacar, con nota, a De La Bella, que desquició a Cristiano Ronaldo en defensa y fue uno de los hombres de ataque más determinantes de la Real Sociedad. La eficacia y el buen hacer del lateral txuriurdin le acabaron convirtiendo en la víctima del 7 ‘galáctico’, quien comenzó asestándole un empujón cuando nadie miraba en la primera parte y acabó cometiendo sobre él una fea entrada por detrás en la recta final del partido, merecedora de tarjeta roja.
Pese a la clara superioridad de la Real Sociedad, el descanso llegó con un injusto 0-0 en el marcador. En la reanudación, el Real Madrid comenzó a crear más peligro y algunos de los hombres de Lasarte notaron el cansancio, como Zurutuza y Griezmann. No obstante, el conjunto txuri urdin seguía despojándose del acoso del Madrid y conseguía acercarse a la portería de Casillas con peligro. La grada disfrutaba del partido, pero Di María acalló, aunque sólo por unos minutos, a la afición txuri urdin con un gol tan espectacular como injusto a tenor de lo que se veía en el campo. La Real no se amilanó, y se vino arriba, con la intención de empatar el partido. Entonces apareció Tamudo. Era su segundo partido como titular y volvió a marcar. Dos de dos. El gol del delantero realista enloqueció a la grada. Volvieron los minutos de dominio realista, y se soñaba con el triunfo. Pero entonces una falta truncó las esperanzas: Cristiano Ronaldo tiró, el balón se empotró en Pepe y, de rebote, entró en la portería. Un gol de suerte, que ni siquiera quiso celebrar el luso madridista que cuajó una actuación lamentable, egoísta y con un fútbol agresivo que le debería haber valido la expulsión.
La Real Sociedad, ya con Agirretxe, Sutil y Viguera en el campo, intentó la heroica de remontar otra vez. A punto estuvo. Casillas tuvo que sacar el balón en la misma línea de gol. Pero, al final, no pudo ser. Demasiado premio para un rácano Madrid, un buena lección para la Real Sociedad: si quiere, puede.
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