El Marca es, al periodismo de este país, lo que Telecinco y su programación al buen gusto y a la cultura: un vómito corrosivo que llena de mierda todo lo que toca. Si bien es cierto que la prensa deportiva siempre tuvo más de amarilla que de cualquier otro color, desde la llegada de Inda a la dirección de este medio de comunicación sus ejemplares se han convertido en una broma de mal gusto, un panfleto que no sirve ni para papel de culo.
Este señor cree tener posesión de la única y auténtica verdad del universo y que los demás somos sólo pobres ovejas a las que adoctrinar. Por ello, desde sus portadas, desde sus editoriales o desde sus ‘videoblog’, Inda se asoma al balcón de la mediocridad para arrojarnos la luz del camino verdadero, un camino que, obviamente, pasa por su déspota y fascista panfleto madrileño.
Pero adoctrinar a las clases más bajas se le ha quedado corto. Inda escala peldaños y ahora quiere dar lecciones a la élite futbolística. Así que el gran profeta, siempre desde su amado periodicucho, ilustra a los mandamás de los distintos organismos relacionados con esto del fútbol (que es lo único que importa en este Mundo, claro), qué deben hacer con su vida. Inda es un ser supremo que castiga: no te metas con los míos, o serás objeto de mis iras en portada. Por cierto, portada del periódico con mayor difusión en España. Pero Inda también es misericorde, se apiada, y siempre echa una mano a quien lo necesita: A veces avisa antes de actuar, y quien avisa, ya sabemos, no es traidor.
En su mente, el tema debe pintar tal que así:
Antiviolencia, no os olvidéis de castigar a la Real Sociedad, que ha sido mala. Su afición ha insultado a los jugadores del Atlético de Madrid. Han cantado “españoles, hijos de puta”. Esto es intolerable, no podemos permitir que un grupo de radicales empañe el fair play que impera en los campos la Liga española, máximo exponente del amor y del flower power. Ya sabéis, señores del Comité, que en todos nuestros campos se recibe al equipo rival con el ‘Imagine’ de Lennon desde la megafonía y regalamos abrazos y besos a las aficiones rivales. Estos de Anoeta son un pobre reducto de ovejas negras: fíjate, todo por un brazalete con la bandera española. Imagínate que un grupo de aficionados atléticos tuvo que ser custodiado en su desplazamiento a Anoeta. ¡Esto es inédito! Sancionarles, no lo olvidéis, ya sabéis que lo que yo diga, ‘va a misa’.
Inda, el pobrecito, no estuvo hace unos días en el Calderón, cuando el Atlético recibía al Osasuna y el Frente Atlético se mofaba con sus cánticos de Aitor Zabaleta, de ser cómplices de su asesinato, y relacionaba al aficionado asesinado con ETA. Si lo hubiera escuchado, claro, se hubiera rasgado las vestiduras.
Por cierto, el cántico por el que Inda pide una sanción existió, claro que sí. Y es criticable y denunciable. Eso que quede claro. Igual que lo es los que canta el Frente Atlético en el Calderón. Igual que los que se cantan en San Mamés. Igual que el ‘vasco que veo, vasco que apaleo’ que se nos canta en muchos campos. Iguales, también que el famoso ‘PÍSALO’ que se entona cuando un jugador rival está en el suelo, y esto ya no tiene nada que ver con política, ni con ideologías, sino con rivalidad mal entendida.
Evidentemente, hay que erradicar estas actitudes de los campos de fútbol, pero reacciones como las de Marca, situando a la Real Sociedad en el centro de la diana y personificando este problema en su afición no hace sino echar más leña al fuego. Ya que la información de Marca es sesgada, hipócrita y manipulada.
P.D. Desde las gradas de Anoeta no se ven los brazaletes de los jugadores, ni de los locales, ni de los rivales. Ojalá nos quitaran las pistas…
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